lunes, 19 de enero de 2009

DOS EN LA CIUDAD



(o de cómo Nina vino por última vez a nuestra Lima)



Entonces llegaste a Lima. Entonces te atacó la nostalgia de siempre y entre lágrimas fuiste feliz, también como siempre. Entonces viste a tus padres, a tus hermanos y a tus amigas de toda la vida, y ya no lloraste, sólo sonreíste.

Entonces yo supe de tu llegada y te llamé y dije “hola”. Entonces tú también dijiste “hola” porque nosotros no sabemos decir adiós y porque además lo de nosotros es hola y hasta más tardecito.

Entonces te vi después de exactamente un año. En un año habías cambiado tanto, quizás yo también. Quizás yo era el mismo y no lo sabía, quizás sólo se trataba de vernos y no decir nada como quien conversa consigo mismo y a la vez es un poquito feliz.

Tú, yo, la noche sabatina de Enero limeño, cinco metros de distancia y cinco años de los cuales no hablar. Estabas en nuestra Lima que hoy es mi Lima y tu Lima y todo parecía tan extraño.

Sobretodo tu cuerpo actual, aquel que acoge a un niño fruto del amor. Un niño con el hombre de tu vida, un niño que sí nacerá.

Entonces te digo “hola” por 3285347587525 vez en nuestras vidas. Entonces te me acercas y destruyes mi razón. Nos unimos en un abrazo de las personas que se han querido mucho y que hoy les queda la amistad. Y yo correspondo a ese abrazo, y te beso el cabello y te digo que es bueno verte aunque sea un ratito.

Entonces nos sentamos en una banca de aquel parque en San Borja. Entonces yo no sé qué decir y tú no sabes cómo empezar a contarme un año completo en una hora. Entonces no necesitas hablar y yo no necesito escuchar, hemos llegado al punto de reconocernos en nuestros silencios, comprendemos que es mejor vernos y no decirnos nada como quién renueva fuerzas, como quién dice demasiado y con tantas palabras además. Entonces casi no hablamos, entonces te cuento chistes malos en los que tú ni sonríes por educación. Entonces te digo que te quiero mucho y tú te acercas y dices algo en francés que yo no sé qué significa.

Entonces me pierdo.

Luego de una hora nos ponemos de pie y llamas por celular a B. que en dos minutos llega en un auto negro y tú subes en él. Yo me quedo de pie junto a la ventanilla y te doy un beso demasiado rápido y tú te vuelves a ir de mi vida. Y yo me quedo de pie viendo como te vuelves a ir y tú volteas a verme y creo que piensas lo mismo y yo te hago adiós con la mano derecha y sé que te has llevado un peso que tenía sobre mí.

Entonces me quedo de pie y luego vuelvo a la banca y sacó un cigarrillo y lo fumo. Entonces siento que puedo ser libre, siento que personas como tú están para liberarnos de tantas cosas y no para meternos en problemas.

Entonces también sonrío, en silencio, sin sonidos, sin pretender ser feliz ni contagiar esa felicidad. Sólo sonrío porque existes.

Tu mensaje de texto llega cuando me pongo de pie y decido regresar a la reunión con mis amigos. Tú mensaje de texto dice: no te imaginas cuánto te quiero.

Leo el mensaje de texto y lo borro en el acto. Voy caminando a la reunión y sé, que de alguna forma, ya te has ido.

Y así está bien.











.

10 comentarios:

Unknown dijo...

es mejor
mucho mejor

bsos de esposa primeriza

Sol dijo...

Me encantó el final. La aceptación de la conclusión de una historia. La aceptación del cambio previsto. Me encantó el final. Fue como un golpecito dulce.

Un abrazo.

Elmo Nofeo dijo...

Ves que rico se siente ser amado.

Un abrazo.

Jorge Urbano Malásquez dijo...

Definitivamente historias como estas te hacen pensar y decirte "por que?", sin duda alguna asi es el destino.
Saludos

Noelia A dijo...

Umm, el texto está muy bueno, pero en la práctica, anda con eso, hombre! que te vas a quedar muy tranquilo, que no te carcome, que no te quema de adentro hacia aduera, que lo reprimes todo? Vamos!!! ¿qué sólo amigos? Anda!!!!
Si te conformas con eso es porque no puedo haber otra cosa, no porque sea lo mejor!!! Y si es así, si es que lo eliges, pues lo que te pierdes!!!!!!
Que ya sé que es un texto literario, pero dejemos al joven Werther y sus cuitas, por favor!!
Este es mi comentario honesto: buenlenguaje, buena redacción, tema interesante, pero enfoque algo trillado...
Bye

Noelia A dijo...

Umm, el texto está muy bueno, pero en la práctica, anda con eso, hombre! que te vas a quedar muy tranquilo, que no te carcome, que no te quema de adentro hacia aduera, que lo reprimes todo? Vamos!!! ¿qué sólo amigos? Anda!!!!
Si te conformas con eso es porque no puedo haber otra cosa, no porque sea lo mejor!!! Y si es así, si es que lo eliges, pues lo que te pierdes!!!!!!
Que ya sé que es un texto literario, pero dejemos al joven Werther y sus cuitas, por favor!!
Este es mi comentario honesto: buenlenguaje, buena redacción, tema interesante, pero enfoque algo trillado...
Bye

Anónimo dijo...

¿y se volvió a ir?
yo sé que sí

varguitass dijo...

ya regreso

waaaaaaaaaaaaaaaaaa

Cleopatre dijo...

querido amigo mío:

disculpa mi ausencia de tantos meses, he despertado por fin de un sueño que no sabía diferenciar por momentos de una pesadilla. te escribo con algarabía a causa de mi nueva vida y te digo que me ha dado alegría tu manera de fluir la vida. Es el primer escrito de varios bloggers que hablamos de vacío. Creo que ahora que soy libre podré tomar una o dos copas más de las que un día dejé en el olvido. Será pues así, la continuación de una musa ya inexistente bajo varias capas de amor y un apolo que sólo vivió en el corazón.

Saludos con cerezas.
tu eterna amiga. Cleo.

Ojos negros dijo...

Varguitas... te leo y como siempre me soprende tu forma de escribir..

un abrazo.. te leeré mas amenudo.

Z.