CÓMO VENDER UN HELICÓPTERO QUE SÓLO TÚ Y YO CONOCEMOS

(o de como me voy despidiendo a poquitos)



1.

Entonces se trata de vivir. Los días pasan más rápido que antes. A veces no hay tiempo ni para pensar en qué pasó, en cómo llegué hasta este momento en el que varias cosas han perdido sentido y otras se han hecho más imprescindibles. Entonces es un buen momento porque pienso menos en ti aunque quisiera tener todo el tiempo del mundo para pensarte, para seguir llamándote aunque no me contestes, para seguir diciéndome qué hice mal, en qué fallé, por qué siempre cometo los mismos errores.

Y es raro, porque estar sin ti es como estar sin mí.

Y para qué detenerme en cada esquina para encontrarte, por qué pensar en buscarte a la u, por qué no simplemente borro tu nombre del celular y te bloqueo para siempre de mi corazón. Por qué no te vas si hace tiempo que te dije adiós.

Porque ya no depende de ti, y sólo soy yo el que no quiere que te vayas, el que sigue intentando, el que dijo adiós pero nunca se fue.

Y tú sí te fuiste rapidísimo, sin decir adiós porque no hacía falta, deseándome suerte en todo pero lejos de ti (que es como decir sin esperanzas)

Y todo porque éramos tan distintos, tan estúpidamente distintos. Y es tan injusto que ni nosotros teníamos la culpa de ser así.

Pero así somos. Y hay cosas que nunca podrán cambiar. Como lo que me queda de ti. Como la seguridad que me da el saber que pudimos pasarla juntos de putamare si no fuéramos tan diferentes.

Porque te encontré. Y te sigo encontrando aunque tú te escondas.








2.

Pudo haber sido nuestra canción (aunque en realidad sí la es)











3.

Entonces hay que prepararse para el frío. Hay que desempolvar chompas lanudas, bufandas coloridas, pantalones gruesos y hay que tener el corazón también un poco frío para no perder. Mi corazón está frío, preparado para un invierno que pinta bien aunque no tan bien como si estuvieras para esos cafés y esa promesa y todo eso que teníamos que pasar juntos.

Los cafés se pasarán rapidísimos, tristísimos. Y el frío sólo será una evidencia más de que estoy sin ti, mi K. querida.








4.

Quisiera escribirles posts más alegres, en verdad. Hablar de las conversas que tengo con V. o de las otras cosas que me están pasando y que me parecen un poco interesantes para ser contadas. Me gustaría no pensar en todos lados qué postear y venir a sentarme frente al monitor y todo se haya ido al olvido. Casi todo, porque esto es lo que me queda, cuando todo lo demás se ha ido, cuando nada más importa, tú sigues aquí y yo te escribo porque te quiero.

Porque de verdad te quiero. Y no me importa decirlo.








5.

Nos vemos pronto. No sé cuándo cierre el blog pero si ya no vuelvo a postear quiero que sepan que los quiero un montón, a todos ustedes. Ha sido un verdadero honor haber entrado un poquito en sus vidas.




Arrivederci…










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