RESUMIENDO

No me tengas piedad porque soy de verdad y me puede hacer mal…
(El tercio de los sueños)
Alta suciedad – 1997
Andrés Calamaro

Se levantó temprano y se duchó con agua fría…. no desayunó… salió de casa con el sastre de todos los días… esperó a la combi en el paradero de siempre… se sentó al fondo, como escapando… contó las casas de color celeste y los taxis amarillos… leyó el periódico mientras un viejo se dormía sobre su hombro derecho… se bajó de la combi sintiéndose miserable… llegó a la agencia de empleos sin ganas… recogió las seis direcciones que tenía pendientes… se sentó en una juguería y pidió un jugo de piña… observó a las niñas que llegaban a la escuela con ojos somnolientos… se puso de pie para comenzar su trabajo de buscar trabajo… dos de las direcciones que le dieron no existían… en otras dos las vacantes ya estaban cubiertas… en la quinta dirección el hombre encargado recorrió su cuerpo con la mirada y ella decidió marcharse… sólo le quedaba la sexta dirección… en la sexta dirección el tipo que la entrevistó quedó encantado con ella y le entregó el uniforme que usaría desde esa noche… ella tenía dudas pero aceptó el trabajo… volvió a casa… marcó el teléfono de Patrick pero no estaba… se desnudó en la cama y tomó una siesta… se despertó a la una de la tarde… se preparó una ensalada y la comió viendo Los Simpson… volvió a llamarlo: él llegaría en media hora… él llegó a las dos horas y se bajó de la moto y se sacó el casco y la besó con pasión… dos horas después estaban en la cama terminando la faena… ella lo abrazó en la cama mientras él fumaba un porro… ella se fue a duchar y cuando salió ya no estaba… siempre era así… ella miró la hora: ocho de la noche… sacó su uniforme de la bolsa y la minifalda era tan diminuta que costaba creerlo… el top era tan apretado que casi no podía respirar… aún así no dijo nada… se miró en el espejo con el uniforme puesto y se sintió bella… a veces no podía creer que estaba con Patrick si ella estaba para un hombre mejor… pero lo amaba, y eso era suficiente… salió de casa con tan llamativo vestuario… los hombres la silbaron y más de uno se quiso propasar… llegó al casino y su jefe le dijo que cómo había llegado así, que todas las anfitrionas se cambiaban ahí mismo… se sonrojó… le gustó como la miraba su jefe, era una mirada como la de los hombres de la calle pero con mucho respeto… toda la noche se encargó de llevar bocaditos, alcanzar ceniceros, regalar bebidas, sonreír a los clientes… los zapatos eran imposibles de resistir… el humo de tantos cigarros prendidos a la vez le daba náuseas… el olor del licor la mareó un instante… su jefe la seguía mirando con respeto y ella le sonrió muchas veces esa primera noche… a medianoche su jefe la mandó a llamar y la esperó en su oficina… ella llegó con un trago… él jefe no se tomó el trago… le preguntó qué tal le parecía su trabajo y ella le dijo que era lo que esperaba… a él no le gustó esa respuesta… a ella le hubiera gustado decir otra cosa… volvió a la sala de juegos… un tipo borracho le toco el trasero y el de seguridad lo botó a patadas… fue al baño y lloró, pero se prometió no renunciar… los clientes iban disminuyendo… comenzó a tener sueño… amaneció… no quería volver a casa así como estaba pero no tenía qué ropa ponerse… tocó la oficina del jefe para despedirse… el jefe le hizo adiós con la mano pero después se puso de pie y le ofreció llevarla a su casa… ella agradeció… el jefe sabía muchos chistes y los aprovechó para que ella no se durmiera… llegaron a casa… ella se bajó del auto y le hizo adiós desde la puerta… el jefe se fue a su casa… cuando entró Patrick la esperaba desnudo en la cama… hicieron el amor hasta el mediodía… él se volvió a ir en su moto… ella vió Los Simpson en la cama y sin hambre… se quedó dormida… la despertó el timbre… el jefe tenía puesta la misma ropa de la mañana… salieron a comer algo y ella volvió apenas para recoger su uniforme… llegó al casino… se cambió en el baño… otra vez la minifalda diminuta y el top apretado… a las cinco de la mañana volvió a casa y Patrick no estaba… se durmió… la despertó el timbre y el jefe la esperaba en la puerta… salieron a almorzar… regresó a casa por su uniforme… se cambió en el baño… a medianoche le llevó una cerveza a la oficina del jefe… volvió a casa a las seis de la mañana… Patrick no estaba… se durmió… la despertó el timbre y el jefe tenía un ramo de rosas… salieron a almorzar… regresó para recoger su uniforme… a medianoche ella le llevó una cerveza y le dio un beso al jefe… Patrick no estaba en casa en la mañana… ella se durmió… la despertó el timbre… el jefe la llevó a almorzar y después fueron a un hotel…esa noche ella no fue a trabajar… se quedó toda la noche en la cama como las personas normales… en la mañana la despertó el timbre y el jefe le hizo el amor en la sala… el jefe se quedó para siempre… ella se siguió poniendo la minifalda y el top apretado… no iba a renunciar… Patrick volvió un día en el que ya no importaba su presencia… Patrick se fue y atropelló con su moto a un hombre muy parecido al jefe… el jefe no llegó esa tarde para ir a almorzar… ella se quedó dormida y no la despertó el timbre… ella volvió al casino esa noche y se entregó al primer hombre… ella volvió a casa a las seis de la mañana y se durmió en la sala… ella se despertó muy temprano y se duchó con agua fría… no desayunó… salió de casa con el sastre de aquellos días… le dijo sí al primer trabajo que encontró… se dejó tocar todos los días… por las noches no podía dormir pero al menos estaba en casa… el jefe seguía presente de alguna extraña manera…