TRÁTAME SUAVEMENTE

1. Cuento corto:


El sol se cola por la ventana abierta.
Ella sabe que no podrá esperar hasta que anochezca. Lo sabe perfectamente, y sin embargo cierra los ojos y cree sentir el aroma del café. Todo el cuarto está desordenado: ropas sucias tiradas en el suelo, sobres de preservativos que parecen adornar las paredes, botellas de vinos que sirvieron para desinhibirla, colillas de cigarrillos que la hicieron sentir menos sola cuando él abría la puerta y se largaba acomodándose el pantalón. Ahora lo recuerda: ningún “te quiero”, ningún “gracias”, ningún “vuelvo pronto”. Sólo palabras groseras antes de llegar al éxtasis.

Ella se levanta de la cama y ve su cuerpo maduro en un espejo que alguna vez estuvo limpio. Enciende el cigarrillo que él apagó hace varias horas pero que aún tiene unos segundos más de vida. Se acerca a la ventana y decide no llorar. ¿En qué momento decidió aceptarlo? No puede responderse. Sólo sabe que pronto volverá y le dirá que se quite la ropa y la penetrará aún con el pantalón puesto, terminará sobre ella, se lavará las manos, fumará un cigarrillo y volverá a abrir la puerta para dejarla con un nuevo sol que se cola por la ventana. Un sol que ella odia porque es su única compañera en las mañanas, un sol que ella quisiera que nunca saliera para que él no tenga que irse, para que él se quede a su lado y quizás, si tiene suerte, le pueda decir alguna vez que la quiere.







2. Una para la musa:


alguna vez podré mirarte a los ojos

no sé cuándo

no sé dónde

tampoco sé si será demasiado tarde

(aunque en el amor nunca es tarde, sólo es después)



podré mirarte a los ojos y comprobar que eres como cuando podía mirarte a los ojos

como las veces que aprendía de ti

como esa tarde cuándo te regalé mi cuento

como esa mañana cuando abracé tu foto escuchando una balada



quizás también pueda hablarte

decir “hola” como quien dice “te quiero”

caminar a tu lado acompañándote al salón en el que te toque dictar

llamarte por tu nombre y no decirte “profesora”



quizás



quizás tan sólo necesito observarte de lejos

decirle “te quiero” al aire que nos separa

para que sigas siendo mi musa



quizás no sea tan malo no poder decirte nada

quizás te necesito a cien metros de distancia

a 10 años de distancia

y quererte calladito



quizás sólo necesito que sigas siendo mi ex profesora

y esperar que las vida nos una algún día



quizás



porque yo te seguiré de lejos

y observando de lejos

y queriendo de lejos…










3. Canción:


Esta canción es para Rocío por nuestros encuentros “inesperados”


















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